jueves, 26 de junio de 2014

UNA SONRISA TUYA

Una sonrisa tuya,
tan loca y tan airada,
me provoca y me apasiona,
me seduce y me enamora.
Una sonrisa tuya,
tan burlona y tan lasciva,
me disuade y me ilusiona,
me trastorna y me conquista.

Es la orilla y el mar,
es el río y el pez,
es la planta y la arena,
tan juntos, tan cerca;
es sentir una barrera,
la barrera de la insensatez,
de sentirme atraído,
y no saber porqué.

Es una lucha sin cuartel,
es un trastorno angustiado,
es un corazón resquebrajado,
es terminar cautivado,
es llegar a la locura,
la locura de la insensatez,
de sentirme atraído,
y volverte a querer.

Por Juan Ángel RR

lunes, 23 de junio de 2014

JUNTOS HASTA EL AMANECER

En este maravilloso silencio,
solamente siento respirar,
todo es quietud,
todo es tranquilidad,
mis lágrimas afloran sin querer
de tanta felicidad.

Retrocedo en el tiempo,
recuerdo cuando deseaba tu mirada
y no te fijabas en mí;
no tengo palabras
para describir lo que aflora
al sentirme querido por ti.

Deseo que el tiempo se pare,
que este instante no acabe;
no quiero despertar de este sueño,
del maravilloso momento,
en el que juntos de la mano,
estamos enamorados.

Veía el Sol salir;
aquella luz serena,
hasta que llegaste tú,
y con esa sonrisa eterna,
rompiste las barreras
que nos separaban en la marea.

Por Juan Ángel RR




domingo, 15 de junio de 2014

HÁBLAME DE TI

Todo es silencio.
Quiero saber de ti,
no oigo nada,
ya no siento tu aliento.

El silencio me mata,
vuelve conmigo.
Te miro y no dices nada.
Todo es frío.

Esta frialdad me congela,
pienso en todos los momentos
que vivimos juntos
y que ahora se perdieron.

¡Dime algo!
¡Cuéntame!
Sé que no puedes,
sé que aquí ya no estás
y que perdiste el momento,
los dos lo perdimos...
lo nuestro está muerto,
no volverá jamás.

Por Juan Ángel RR

domingo, 8 de junio de 2014

TE LO DIGO, ES EL MOMENTO

Sabes que te quiero.
No sé por qué te lo digo
pero es lo que siento.
No me digas que lo sabes,
nunca te lo dije,
pero ahora, llegado el momento,
te lo digo por si después
no lo recuerdo.

Por Juan Ángel RR